domingo, 19 de enero de 2020

Micro relato 2

-Hacía mucho frío, caminaba por la calle deseando llegar a casa y encender la estufa y acurrucarme en una manta para ver una película. De pronto me fijo en el cielo y veo a una persona asomada a la azotea de un edificio, era Lorenzo, un gran amigo mío, recuerdo que me contó su profunda depresión debido a el divorcio tras 15 años de casados. Yo tenía las llaves de su casa ya que le hacía compañía cuando estaba peor. Desde la calle le grité para llamar su atención pero no funcionó, sabiendo que era lo que podia llegar a hacer tendía que haber llamado a la policía pero no había tiempo.
Rápidamente abrí el portón y trate de subir las escaleras en el menor tiempo posible pero mientras subía, vi lo que no quería haber presenciado en toda mi vida. No se me borrará la imagen de el cayendo y el fuerte ruido de su crujir de huesos. En ese momento entré en shock y lo único que pude hacer era quedarme sentado en los escalones con una mirada traumatizada y perdida pero en mi interior una gran ira corrió mi cuerpo culpándome de no haber sido más rápido. Con una gran tristeza cogí el teléfono y llamé a emergencias y como pensé, ellos habrían tardado demasiado. Nunca olvidaré aquella estampa.
-Entiendo como debe sentirse y lo siento pero nuestro tiempo ya ha concluido.
-Gracias doctora Silvana, nos vemos en la siguiente sesión


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